martes, 10 de marzo de 2009

La verdad del Palacio de Versalles y otras revelaciones.

En clase comentamos que, gracias a las epidemias y guerras que vivieron los europeos en el pasado, hoy son gente preocupada por la ecología y su bienestar. Para complementar lo dicho, agrego esta información que rompe muchos mitos -o más bien a mí me creó más-.





El Palacio de Versalles en Paris, ese suntuoso palacio, no tiene baños. Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio. En un día de fiesta la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene. Vemos en las películas a la gente siendo abanicada, la explicación no está en el calor, sino en el mal olor que exhalaban las personas por debajo de los vestidos (eran hechas a propósito para contener los olores de las partes íntimas porque no se lavaban). Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciones y de agua corriente.

El mal olor era disipado por el abanico, pero sólo los nobles tenían lacayos que hacían esta labor; además de disipar el aire también espantaban insectos que se acumulaban a su alrededor.



Quien ha estado en Versalles se ha maravillado con sus jardines enormes y hermosos que en la época eran más usados que contemplados, ya que se usaban como retretes en las fiestas promovidas por la realeza.



En la Edad Media la mayoría de las bodas se celebraban en el mes de junio, al comienzo del verano, la razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, así, en junio, el olor de las personas aun era tolerable; así mismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, para lo cual las novias llevaban ramos de flores al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor. De ahí que mayo sea como mes de las novias y la tradición del ramo de novia.

Los baños eran tomados en una bañera enorme llena de agua caliente, el padre de la familia era el primero en tomarlo, luego los otros hombres de la casa por orden de edad y después las mujeres, también en orden de edad y finalmente los niños y los bebés; cuando se llegaba a ellos ya se podía perder el bebé dentro del agua de lo sucia que podía estar.


Sumémosle a eso la real historia de la invensión del perfume: para disfrazar los malos olores de los franceses.


Los tejados de las casas no tenían bajotejado y en las vigas de madera se criaban animales, gatos, perros, ratas y otros bichos, cuando llovía las goteras forzaban a los animales a bajar, de ahí viene la expresión 'llueven perros y gatos' típica anglosajona.


Los más ricos tenían platos de estaño por lo cual ciertos alimentos oxidaban el material y hacía que mucha gente muriera envenenada que, unida a la falta de higiene de la época se hacia muy frecuente; los tomates, que eran ácidos y provocaban este efecto fueron considerados tóxicos durante mucho tiempo. En los vasos ocurría lo mismo donde al contacto con whisky o cerveza hacía que la gente entrara en un estado narcolépsico producido tanto por la bebida como por el estaño. Alguien que pasase por la calle y viese a alguna persona en este estado podía pensar que estaba muerto y ya preparaban el entierro. El cuerpo era colocado sobre la mesa de la cocina durante algunos días y pasaba con la familia mientras ellos comían y bebían esperando que volviese en si. De esta acción surgió el velatorio que hoy se hace junto al cadáver.


Ahora entiendo su cambio, gracias europeos por permitirnos conocerlos limpios.


Jvr M.

1 comentario:

PiezasCreativas dijo...

Son datos muy interesantes, por ello les digo que hay que profundizar en los hábitos de consumo y los estilos de vida para poder comprender los comportamientos, actitudes y creencias de las distintas culturas, ya que cada una tendrá una interpretación distinta.